• El Salvador puso fin al estatus de moneda de curso legal de Bitcoin, haciendo su uso voluntario y limitando su papel en las transacciones gubernamentales.
  • La inversión BMN2 de Bitfinex Securities reduce las barreras de entrada, lo que permite a más inversores participar en la minería de Bitcoin bajo la nueva normativa de El Salvador.

El Salvador ha puesto fin al estatus de Bitcoin como moneda de curso legal. La decisión se tomó tras la presión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que trataba de conseguir un préstamo de 1.400 millones de dólares. La nueva normativa hace que el uso de Bitcoin sea totalmente voluntario, por lo que los comerciantes y las instituciones son libres de rechazarlo y la moneda no puede utilizarse para el pago de impuestos.

De hecho, el presidente Nayib Bukele ha abogado por la adopción de Bitcoin como fijo económico nacional a partir de 2021. Sin embargo, según una encuesta reciente, sólo el 8,1% de la población sigue utilizando el monedero digital Chivo Wallet, y la mayoría de los encuestados cree que el programa no les ha beneficiado realmente. ¿Marca esto el final del experimento nacional de Bitcoin?

¿Bukele se retira o sólo maniobra?

Muchos se preguntan si Bukele ha abandonado realmente su visión de hacer de El Salvador un centro mundial de Bitcoin. Incluso sin el estatus de moneda de curso legal, el gobierno todavía planea mantener Bitcoin en sus reservas estratégicas, lo que demuestra que no lo están abandonando por completo.

Por otro lado, esta elección es definitivamente inseparable de la presión del FMI. La institución bancaria internacional considera desde hace tiempo que el Bitcoin de El Salvador supone un riesgo financiero demasiado grande. El gobierno ha decidido finalmente restringir la exposición de la nación al Bitcoin si quiere optar a miles de millones de préstamos.

Impacto en las comunidades y empresas locales

Desde su puesta en marcha, la adopción de Bitcoin en El Salvador ha resultado difícil. Los obstáculos técnicos han perseguido al sistema de pagos basado en criptomonedas, por lo que la mayoría de las empresas han optado por dólares estadounidenses en lugar de Bitcoin. Algunas pequeñas empresas incluso han afirmado que tienen problemas para aceptar pagos con Bitcoin, ya que las drásticas oscilaciones de los precios están causando dificultades.

Las empresas que se han sentido agobiadas podrán ahora relajarse con este cambio. Si uno no quiere Bitcoin, no está obligado a aceptarlo. Para la comunidad criptográfica, sin embargo, esta acción podría considerarse como un revés significativo a los esfuerzos nacionales para la adopción de Bitcoin.

Valores Bitfinex y oportunidades de inversión en Bitcoin en El Salvador

Esto no significa que el ecosistema Bitcoin de El Salvador esté completamente muerto. CNF informó anteriormente que Bitfinex Securities emitirá BMN2 en el país. Con un entorno regulatorio más flexible, se espera que esta nueva inversión minera de Bitcoin sea más accesible.

BMN1 y BMN2 difieren sobre todo en aspectos bastante notables. Con una inversión mínima de 100.000 dólares, la BMN1 está destinada únicamente a inversores adinerados. Mientras tanto, BMN2 es más inclusivo, ya que establece una restricción de inversión menor.

Esto permite a más personas participar en la industria minera Bitcoin libre de requisitos de capital significativos. Este podría ser un nuevo enfoque que El Salvador utiliza para seguir participando en la escena criptográfica, incluso si la política de Bitcoin ha cambiado.

El Futuro de Bitcoin en El Salvador: ¿Todavía hay esperanza?

El gobierno salvadoreño parece seguir interesado en el activo digital a pesar de que Bitcoin no es moneda de curso legal. La estrategia de mantener Bitcoin en una reserva estratégica revela que no han renunciado totalmente a él.

No obstante, si se observa la experiencia de los últimos años, el experimento Bitcoin de El Salvador ha revelado numerosos retos. La baja adopción, la volatilidad de los precios y la presión de las instituciones financieras mundiales han obligado al gobierno a modificar su política.

¿Puede así El Salvador seguir siendo una «nación Bitcoin» en el futuro? Por ahora, parece que prefieren seguir el camino más seguro manteniendo abiertas las posibilidades de inversión sin comprometer la estabilidad económica de la nación.